domingo, 12 de marzo de 2017

Marca España

España, una economía competitiva y con unas bases sólidas

Las necesidades financieras de la economía española se están reduciendo de forma muy significativa

España es la cuarta economía de la Zona Euro, la quinta de la Unión Europea y la decimotercera del mundo en términos de PIB nominal
En los últimos años la economía española ha tenido que convivir con un entorno internacional desfavorable, marcado por un agravamiento de la inestabilidad financiera causada por la crisis de deuda de la zona euro. Las tensiones financieras afectaron de modo especial a las economías periféricas, dejándose sentir en la volatilidad de los flujos, el aumento de las primas de riesgo y las dificultades para acceder a financiación.
En este contexto, nuestra economía está registrando una intensa transformación basada en el saneamiento de los balances del sector privado, el fortalecimiento de las finanzas públicas, el realineamiento de los precios y la reasignación de factores productivos, todo ello dirigido a recuperar la competitividad e iniciar una nueva fase de crecimiento asentada sobre unas bases sólidas, sostenibles y equilibradas. La robustez de estas pautas de crecimiento queda a su vez corroborada por la corrección de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en el pasado. Dicha corrección va más allá de la coyuntura macroeconómica y se explica por aspectos estructurales que derivan de las reformas realizadas.
En definitiva, la economía española ha salido de la recesión en el tercer trimestre de 2013 y está comenzando a crecer, 0,1% (tasa intertrimestral) después de 9 trimestres seguidos de caída caídas. El crecimiento en el cuarto trimestre ha sido del 0,2% .El crecimiento en el primer trimestre de 2014 ha sido del 0,4% del PIB con todos los componentes mostrando una evolución positiva. Las previsiones de crecimiento se han revisado al alza y apuntan a un crecimiento superior al 1%. Inicialmente,este crecimiento se apoyará en las exportaciones y en la inversión en equipo pero la demanda interna empieza también a tener un comportamiento más positivo.
·         Buen comportamiento del sector exterior:
Las exportaciones de bienes están creciendo a tasas reales muy elevadas (5,2%  en 2013, respecto a 2012, hasta alcanzar los 234.239 millones de euros, máximo histórico desde que hay registros, favorecidas por las ganancias de competitividad de las empresas españolas que se explican por la moderación de costes, precios y márgenes, así como por mejoras en la competitividad estructural “no-precio” fruto del aumento de la base de las empresas exportadoras y de la creciente diversificación geográfica. En efecto, la población de empresas exportadoras ha crecido de manera continuada en los últimos años y dicho aumento va adquiriendo vigor desde 2010.
Especial mención merece la corrección de la balanza de pagos por cuenta corriente, que desde el déficit del -10% del PIB registrado en 2007 y 2008 ha alcanzado en 2013  un superávit del 0,7% del PIB, por primera vez desde 1986. El principal factor que justifica la mejora en la cuenta corriente es la balanza de bienes y servicios, que se halla en un superávit próximo al 1% del PIB. En ésta resulta especialmente destacable el comportamiento de la balanza comercial.
·         La reducción de los costes laborales unitarios está potenciando la competitividad.
La reforma laboral ha permitido acelerar la caída de los costes laborales unitarios, desde el -1% anual en el conjunto de 2011 al -3% en 2012 y -1,6% en  2013. La mayor contención de los costes laborales unitarios ha sentado las bases de una fase expansiva más duradera, en la medida en que está potenciando la competitividad y ha permitido preservar la viabilidad de numerosas empresas y  su capacidad inversora y de crecimiento.
·         Recuperación sostenida de la actividad
La inversión en equipo acumula ya dos trimestres de incrementos consecutivos (2,9% intertrimestral en el segundo trimestre de 2013), lo que está anticipando una recuperación sostenida de la actividad en 2014.
·         España tiene capacidad de financiación frente al resto del mundo:
Esta evolución de las exportaciones e importaciones a lo largo de los últimos años, junto con la favorable evolución de otras rúbricas de la balanza de pagos, han permitido corregir el desequilibrio exterior de la economía española. En efecto, en 2013 la economía española generó capacidad de financiación frente al resto del mundo, equivalente al  1,4% del PIB, (capacidad de financiación frente al resto del mundo de 14.734 millones de €). Por primera vez desde 1997 España es prestamista neta al resto del mundo.
Las empresas han pasado de tener una necesidad de financiación del 10% del PIB en 2008 a una capacidad de financiación del 2,7% del PIB en el segundo trimestre de 2013, el tercer superávit en los últimos cuatro trimestres. Por su parte, los hogares han pasado  frente al exterior en el primer trimestre de 2013 mismo periodo en 2012, de una necesidad de financiación del 2% del PIB a una capacidad de financiación próxima al 1% del PIB. Se trata de un ajuste rápido y flexible en comparación con otros países (especialmente los de la Eurozona) que partían de una situación similar al inicio de esta crisis global.
En esta línea, se espera que en 2014 se incremente nuevamente la capacidad de financiación de la economía española, hasta situarse por encima del 3% del PIB. La existencia de una capacidad de financiación de los agentes permite compatibilizar en mayor medida el aumento de gasto con el desapalancamiento del sector privado.
·         Continúa el esfuerzo de consolidación fiscal:
Gracias a la política fiscal implementada, se ha conseguido que, en un entorno contractivo de la actividad económica, la necesidad de financiación de las Administraciones Públicas en 2013, neta de one-offs generados por el apoyo a las instituciones financieras, haya  pasado de un 9,1% en 2011 a un 6,6% del PIB (el mayor esfuerzo estructural de consolidación fiscal de la historia de nuestro país, habiéndose corregido el déficit estructural primario en casi 4,5 puntos de PIB en estos 2 años), contribuyendo así a la relajación de las tensiones financieras a las que la economía española se había visto sometida. En 2013 se ha alcanzado un superávit estructural primario del 1,13% del PIB, por primera vez desde 2007.
España ha recuperado la confianza de los mercados, como demuestra la caída de la prima de riesgo que cerró 2013 en torno a los 200 puntos, que ha supuesto un ahorro de 8.80 millones de € en interés de la deuda pública en 2013 y el retorno de la inversión extranjera.

 Fuente:http://marcaespana.es/es/economia-empresa/economia-espanola/destacados/101/espanya-una-economia-competitiva-y-con-unas-bases-solidas

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